MENDOZA

¡A preparar los bolsillos! Esto costará abrigarse durante el invierno

Las tiendas del centro ya muestran las novedades de la temporada otoño-invierno y los precios, en muchos casos, son inalcanzables. Las ventas, por el momento, vienen lentas.

El otoño arrancó en Mendoza con temperaturas sumamente agradables. El frío aún no se instala en la provincia y eso es positivo para el que tiene que invertir dinero en ropa de vestir.  Las vidrieras de los comercios ya lucen las prendas de la nueva temporada, con aumentos que rondan el 100% respecto al 2021.

El mayor incremento se ha trasladado a la ropa de abrigo, en especial, a los sweaters y camperas. “El costo de las prendas de este año es el precio de venta que tenían en el 2021, el aumento en estos productos ha sido mucho”, expresó Alejandra, responsable de una tienda de ropa.

El último fin de semana largo, los turistas que arribaron a la provincia, en especial, los chilenos, advirtieron que “los precios de la ropa en Mendoza estaban muy elevados y, encima, la calidad ya no era la de antes”.

Este panorama fue avalado por algunos empresarios locales que manifestaron que «en la provincia se vive la pandemia de la inflación».

Según el último registro del Indec, el promedio inflacionario fue del 6.7%, la cifra más alta de los últimos 20 años. De ese dato se desprende, además, que el rubro calzado e indumentaria fue uno de los que más suba registró, 10.9%.

A nivel local, los datos aportados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (Deie) establecen que el segmento indumentario se posiciona como el que más aumento ha tenido en sus precios, llegando al 73.6% interanual.

La realidad en el centro de Mendoza

Si uno recorre las calles céntricas de Mendoza encuentra gente, pero la mayoría está observando vidrieras. «Por ahora estoy mirando, consultando precios, por suerte el frío no ha llegado a Mendoza», comentó una mujer a El Sol.

La situación se replica y los comerciantes aseguran que las ventas vienen lentas. «Las condiciones climáticas han retrasado las ventas, por lo general abril siempre es un mes clave, ya que la gente sale a renovar su guardarropa», expresó una vendedora.

Pese a la falta de reactivación, los vendedores son conscientes de que los precios están elevados. «Hoy lo que más ha aumentado son los abrigos, incluso, los precios se han duplicado respecto al 2021. Los valores oscilan entre los $14.900 y $19.000«, contó Alejandra.

El resto de la indumentaria y calzado también ha elevado sus costos. «La verdad es que todo ha aumentado en este país y tiene que ver con la inflación que tenemos», refirió Julián, un comerciante que, además, manifestó: «La situación no es nueva, cambia la temporada y aumentan los precios. La gente trata de adaptarse, al menos, nunca he visto personas caminando por la calle desnuda».

El tema de la calidad no se discute. Los comerciantes, en un 100% han expresado que las prendas no han modificado la calidad. «Preferimos resignar ganancia, pero no bajamos la calidad de los productos porque preferimos conservar a los clientes. No hay modo de que eso ocurra», contó María.

Julián, por su parte, aseguró que los dueños de la marca que él comercializa tienen fábrica en Rosario y sí han reducido costos, pero no en la calidad de las prendas, sino en el tema etiquetado, estampados o bordados.

Las estrategias para vender

Pese a la realidad que se vive en los comercios, los vendedores han optado por aplicar estrategias llamativas para captar la atención de los compradores. 

«La mayoría de los comerciantes hemos optado por descuentos con pago al contado, que rondan el 10%. También ofrecemos financiación de hasta 6 cuotas sin interés, incluso, hay lugares en los que se aplica el 2×1. La respuesta de la gente es buena y así vamos sobreviviendo», expresó Alejandra.

Los comerciantes apelan a diversas estrategias para reactivar las ventas.

Ropa de segunda, la gran opción

Si uno se corre del microcentro y se traslada hacia la General Paz, la zona de los persas, encuentra un mundo diferente. Allí sí hay bastante movimiento y los precios varían respecto al resto de los comercios.

«Está claro que hemos tenido que aumentar los precios porque nos han aumentado a nosotros, pero así y todo somos muy competentes respecto al resto de los locales. Acá la gente encuentra camperas desde $7.500 en adelante; las zapatillas para niños arrancan en $1.500 y para adultos en $2.500″, contó Magalí, una de las tantas vendedoras apostada en uno de los puestos de la popular calle céntrica.

Analizando el panorama del persa respecto a lo que ocurría hace dos años, Paulina, una de las responsables de uno de los espacios comerciales, observó: «La reactivación es plena. No hay locales vacíos y tengo lista de espera de empresarios que quieren colocar su propio negocio. La situación es otra y hoy la gente volvió a nuestros locales porque acá encuentra buenos precios y la ropa es de muy buena calidad».

Fuente: Diario El Sol

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