DGE MENDOZA

La nena que sufrió bullying tuvo una crisis en la escuela y sus padres tomaron una drástica decisión

Juan Carlos, el padre de Agustina, aseguró que la menor «estaba cansada de todo y de todos» y «solo pide descansar en el cielo».

Aún no ha pasado un mes desde que se dio a conocer el caso de Agustina, la nena de 6 años que fue víctima de bullying en una escuela de Tupungato, y la situación es cada vez más desesperante.

Este jueves la pequeña retornó al establecimiento, permaneció allí 20 minutos y sufrió una crisis por la que rápidamente tuvo que irse del lugar.

«Terminamos en el hospital con mi hija llorando de angustia. Lamentablemente, no quisieron sedarla, pero fue un día muy complejo para Agustina y para toda la familia. Tanto es así que a las 3 despertó llorando y a los gritos decía que estaba cansada de todo y de todos y que solo quería descansar en el cielo», manifestó a El Sol Juan Carlos, padre de la menor.

Un regreso fallido

Luego de que se conociera la situación que ha vivido Agustina desde que arrancó su escolaridad formal, el lunes pasado la menor regresó a la escuela, pero no ingresó, ya que, según contaron sus padres, ningún directivo la recibió. Lejos de quedarse con ese mal trago, su madre volvió a convencerla y este jueves regresaron.

La estrategia de las autoridades escolares fue que la menor no retome la cursada con los mismos niños que le habían causado el daño, sino que estuviera con los estudiantes de segundo grado. Así fue como la pequeña ingresó junto a su mamá a la escuela y fue recibida por sus «nuevos compañeros», docentes y directivos.

«Al principio estuvo contenta porque los chicos la recibieron muy bien, sin embargo, cuando llegó el momento de ser indagada por la psicopedagoga la situación empeoró. Allí Agustina comenzó a llorar y a manifestar su dolor. Entró en crisis y lo único que pedía era morir e irse de la escuela», contó su padre.

El progenitor, además, aseguró que en uno de los dibujos realizados por la nena se desprendió que no solo había sido maltratada verbalmente, sino también físicamente.

«En un momento de la sesión mi hija expresó que en una oportunidad un compañero le clavó un lápiz en la espalda, además, dijo que su maestra era mala y que todo el tiempo le gritaba fuerte», consignó el padre.

Tras la situación, la pequeña retornó a su hogar y allí sus padres determinaron que no quieren que asista más a esa escuela.

«Le pedí a mi abogado que hable con las autoridades de la Dirección General de Escuelas (DGE) para que Agustina no vuelva más a ese lugar. Mi idea es que estudie en casa, que me manden una maestra de apoyo y que siga con la asistencia de los profesionales, pero en mi casa. No quiero exponerla más», sentenció.

Cansado y agobiado por la situación, el hombre contó que lo que se vive en su hogar es «una pesadilla».

«Mi hija despierta de noche llorando y gritando que se quiere morir. Tiene 6 años y solo piensa en morir, es una locura», expresó entre lágrimas.

Fuente: Diario El Sol

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